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A Cusco (Perú), en moto

A Cusco (Perú), en moto

Por Juan Carlos Maggi

 

Estando en el taller de motos del Bebí una tarde, Sergio -asiduo concurrente a las tertulias de las tardes-, me comentó que se iba con un grupo de amigos al Machu-Pichu en moto. Sin dudarlo le dije que me gustaría ser de la partida. Quedó en consultarlo con los demás integrantes y me informaría.

Grande fue mi alegría, cuando me dijo que habían decidido incluirme en la aventura. Ese viaje en moto era una materia pendiente, un deseo incumplido, que por obra del destino se me hacia realidad. Mucha incertidumbre con los participantes del grupo: a Sergio lo conocía del taller, a Ricardo y a Daniel, de dos o tres reuniones de empresarios, y a Sofía, Ileana, Rodolfo, Nanni, Roberto (El Pipi) y Marisol no los conocía.

Se formo un grupo humano muy bueno, todos de una entrega total al conjunto, en los 16 días que duro la aventura no hubo ninguna discusión, todo fue comprensión, compartir cosas y fundamentalmente disfrutar de acontecimientos vividos en comunión.

Se decidió salir el día 26 de septiembre desde Córdoba. Con Rodolfo y Nanni, nos encontraríamos en Dean Funes, ya que viven en Villa Dolores.

Las motos eran: las de Rodolfo, Daniel, Ricardo y Sergio, BMW RT 1200 CC; la de Pipi, Honda Pacific Coast 800 CC y la mía, Yamaha Drag Star 1100 CC.

26 de setiembre

A las 8 AM, estábamos Sergio, Daniel, Ileana y yo. Partimos. Cuando llegamos a Dean Funes, a los pocos minutos se unió el resto del grupo. Por supuesto asistencia perfecta. Aquí ya se dio una situación que la viviríamos a lo largo de todo el viaje: constantemente, en cada lugar al que llegábamos, la gente se reunía alrededor de las motos y nos pedían sacarse fotos y sentarse, para sentirse un rato motoqueros.  

Se había decidido que como todos conocemos el camino hasta Jujuy (de aproximadamente 900 km), lo haríamos de un solo tirón. A las 17.30 PM estábamos tomando el té en Rosario de la Frontera.

Poco más tarde llegamos al hotel, un baño rápido y a cenar. Comimos copetín manteño, tenía: bocaditos asados, brochette de llama, arrollado de pollo, bocaditos de quínoa, papas andinas (papines), queso de cabra, mote (maíz grande) y habas, lomo de llama saltado a la cebolla y picante de lengua con chuño y saice; de postre queso de cabra con cayote. Todo bien regado con vino chileno.

 

27 de setiembre

Salimos temprano por la mañana hacia el Paso de Jama, pasando por la bella Purmamarca, donde realizamos una recorrida por la ciudad y su feria de artesanías. Continuando el viaje, el paisaje es todo un espectáculo: a la derecha un río típico de cordillera, muy ancho, con su cauce de piedras. A la izquierda la cordillera, un paisaje inmenso que imponía respeto y que nosotros teníamos que salvar.

A los 40 km empiezan a verse cardones, con un camino muy sinuoso, ascendiendo permanentemente hasta los 4150 MSNM. En las partes rectas del camino, llevar la moto a 140km/h da la sensación de ser parte del paisaje, estar integrado a él. Es una emoción indescriptible.

Así llegamos al salar grande, de Guayatayoc, paramos en Pozo Colorado, Daniel e Ileana se sacaron las botas y las medias, para pisar la sal y cargarse de energía. Cuando reiniciamos la marcha, a los pocos kilómetros, nos encontramos con una tormenta impresionante de viento y arena, que hacia imposible manejar la moto, con una visibilidad de menos de 50 mts.

Así llegamos a Susques, donde no había combustible y tuvimos que esperar al camión que estaba por llegar. La subida y el viento en contra hicieron que mi moto consumiera más de lo habitual.

Finalmente y luego de almorzar, salimos a las 15 PM, con un viento endiablado, a 3500 MSNM. Tenemos que ascender a 4800 MSNM. A partir de aquí el viaje se hizo muy rudo, ya que el viento era un infierno y la altura apunaban algunas motos, que no daban mas de 75km/h. El viento nos obligaba a ir con las motos inclinadas y la presión sobre el casco nos hacia doler el cuello. El sol a las 18 PM estaba bien frente nuestro, sobre el horizonte, lo que hacía imposible ver el camino a 20 mts. Empezó a hacer un frío intensísimo que en mi caso hacia que me dolieran los dedos del pie y de la mano. Unos 40 minutos antes de llegar, nos encontramos con una bajada impresionante, y la temperatura empezó a subir.

El paisaje en todo este trayecto unos 500 km es realmente asombroso, todo muy árido, grandes mesetas y grandes salares. En algunos lugares se divisaba nieve y unas pocas lagunas donde habitan flamencos. Vimos también llamas pastando.

Llegamos a San Pedro de Atacama, (2462 MSNM) a las 20.30 PM, donde hicimos aduana. Los chilenos demostraron ser muy amables. Nos alojamos en un hostal donde la calidez de trato de la dueña nos hizo sentir como en casa. El pueblo forma parte de la tercer zona de turismo de chile, no hay bancos y casi todas las calles son de tierra. El pueblo es una romería, por todos lados se venden artesanías y la infraestructura turística es muy pobre.

 

28 de setiembre

Antes de salir, con la música de la moto de Daniel, nos pusimos todos a bailar. Hasta la dueña participo de la jarana, fue un momento muy encantador. Salimos a las 9 AM. Mi cuenta kilómetros marcaba 1417 km.

Apenas salimos del pueblo vimos un cartel que decía “Montaña de Sal” y realmente nos encontramos con un paisaje muy montañoso con afloraciones de sal que hace que en los próximos 240 km no se vea un yuyo, ni arbusto, algo realmente impactante e increíble. No vimos ni un animal, ni siquiera algún pájaro en todo el trayecto. Pasamos a un costado del salar “El Cesar”.

En este trayecto nos impacto el oasis “Quillagua”, una depresión de unos 150 mts, de 4 km de largo por 500 mts de ancho, todo cubierto de árboles y con una línea de agua en el centro. Seguramente, un surgente que nace y se pierde en el lugar.                

Diez kilómetros antes de Pozo del Monte, empieza una zona de tierra mezclada con sal, como si lo hubieran pisado animales, la uniformidad es admirable, perece quimérico que la naturaleza haga estas cosas.

En esta zona se averió la moto de Pipi, que fue remolcada por Ricardo hasta la estación de servicio y la repararon en una hora, increíble. Llevábamos recorridos 460 km. A unos 30 km pasando el pueblo, nos encontramos con un gran bosque formado de un arbusto de entre 4 y 7 mts de alto y unos 5 mts de copa. Lo extraordinario es que se desarrolló sobre un terreno que es sal pura.  

Al rato se hizo de noche y tuvimos que parar para abrigarnos. El paisaje empieza a cambiar y se ven algunos arbustos.

La llegada a Arica de noche, fue de novela. Era un camino sinuoso, a los muchachos se le calentó el acelerador y tomábamos las curvas y contra curvas a 80-90km/h y en las rectas íbamos a 130-140km/h, una paranoia total, la fabrica de adrenalina trabajo los cuatro turnos. Uno se siente Valentino Rossi. Llegamos a Arica a las 8.30 PM. Recorrimos 2279 km hasta ese momento.

En todas las rutas de Chile, impactante las cantidad de cubiertas desbandadas a lo largo del camino e impresionante la cantidad de Misa Chico (pequeñas capillas que recuerda muertos en la ruta), algunas son importantes, tienen jardín, con flores artificiales y pencas naturales. Dicen que esto se debe a que como son rutas tan largas y rectas, los conductores se duermen.


29 de setiembre

Salimos a las 10 AM, recorrimos la costanera de Arica y subimos al “Morro”, lugar emblemático del pueblo, desde el cual se divisa toda la cuidad, es una montaña que cae a pique sobre el mar.

A las 12 AM salimos para Tacna, teníamos que hacer aduana antes, yo con mucho miedo por que los papeles de las motos, que nos hicieron en la aduana argentina estaban todos mal. El de Daniel era impresentable, a su nombre le habían puesto la moto del Pipi, o sea que la moto del Pipi estaba repetida. Por suerte pasamos todos los controles.

Llegamos a Tacna, puerto libre, a las 13 PM, almorzamos y luego a los negocios, donde se compraron un montón de aparatos electrónicos.  

Salimos a las 16 PM, la ruta espectacular, pero siempre un desierto chocante, arena a raudales y ningún arbusto. Cuando íbamos llegando a destino encontramos a la orilla del camino un río que pasa por el pueblo y empezó a verse vegetación. Llegamos a Moquegua a las 19.30 PM. Nos hospedamos en el hotel de turismo “El Mirador”, cenamos y a dormir.


30 de setiembre

Después de desayunar salimos con un sol radiante; sigue el desierto. El clima es súper seco y hay arena a montones. Enseguida empezamos a subir: Arequipa esta a 2300 MSNM, con mucho frío. El camino muy sinuoso, pero con suerte curvas muy abiertas y las curvas en “U“, muy bien señalizadas, íbamos costeando el Río Chile.

Llegamos a Arequipa a las 11.30 AM, es una ciudad de 1 millón de habitantes, fundada en 1540, al pie del volcán Mistic. La construcción se realiza con sillar, material de lava volcánica petrificada, que define un estilo arquitectónico original, por ese motivo es conocida como la ciudad blanca. Fuimos directamente a la plaza de armas, la principal. En ese momento había una manifestación de la CGT, peruana, que pasaba frente a las motos. Estaban todos los medios de difusión: TV, Radios y Diarios, todos se vinieron hacia nosotros y nos entrevistaron. Yo hice de vocero del grupo, contamos los motivos del viaje y las peripecias vividas. A la tarde nos contaron que habíamos salido por la televisión y por las radios.

Nos hospedamos en un hotel, a metros de la plaza y nos fuimos a almorzar; siempre tratábamos de pedir comidas típicas del lugar: pastel de papas, palta, sándwiches de pollo con queso, costilla de llama, todo muy bueno.

Luego decidimos alquilar una combi y recorrimos la ciudad, pasamos por un puente de hierro de unos 200 mts de largo, entraba un solo vehiculo y de unos 80 mts de alto, que diseño Eiffel el emblemático constructor de la torre de Paris. Cenamos: pollo al ajillo con miel, trucha acompañadas con verduras al vapor, camarones con mayonesa dentro de un tomate, como siempre, después te de coca. Nos fuimos a dormir, eran las 10 PM.

 

1 de Octubre

Esa mañana me desperté a las 6 AM, para no molestarlo a Sergio me levante y me fui a una sala del hotel a ordenar los borradores del relato, al rato viene el conserje del hotel y me abre la ventana, diciéndome que escuche el órgano-non (textual) de la catedral con el coro, diciéndome que se escucha no muy seguido, por supuesto, todo un lujo. Ese día había en la Catedral una misa de adoración al señor.

Salimos a las 8 PM. A poco de salir empezamos a ver en la ladera de los cerros, unos cardones mucho mas chicos que los de Jujuy, con muchas ramificaciones, también se ven arbustos muy pequeños. Siempre prevalece el terreno árido, el camino muy sinuoso y con lomadas, por prevención a las vicuñas.

Recorrimos 300 km en 5 hs y ascendimos a 4850 MSNM, hacia 10°; el fuerte viento hace que la sensación térmica sea muy baja, nos habíamos abrigado muy bien. Vimos gran cantidad de vacas y vicuñas pastando, en la bajada tuvimos que sacarnos los abrigos.

Puno (3815 MSNM) es una ciudad al lado del Lago Titi-Caca. La leyenda cuenta que emergió del lago Manco Cápac el primer inca, para fundar un imperio, por orden del Díos Sol, el 4-11-1688, el Virrey Conde de Lemos la refundo.

Contratamos una excursión al lago. La visita al lago y a las islas flotantes de juncos fue algo increíble.

Es el lago mas alto del mundo, esta a 3800 MSNM, tiene una superficie de 8500 km2, 185 km de largo y 80 km de ancho, se pesca pejerrey y truchas implantados y cinco espacies nativas.

Las islas flotantes, las construyen y viven en ella, los de la etnia Uros, que usan la parte de la raíz del junco como base por que flota, la parte blanca cerca de la raíz la comen y la parte de arriba que tiene 1,5mts la colocan arriba, es por donde caminan. Así construyen sus casas, escuelas, hospitales, todo con juncos y hasta lugares donde plantan flores y tienen aves: palomas, flamencos y garzas. Una vez al mes le tienen que poner una capa nueva de junco por donde caminan.

La ropa es muy vistosa y andan descalzos. Viven del turismo, se paga un peaje al entrar en la zona y además venden artesanías. En cada isla viven 8 familias y tienen energía solar. También cobran por dar una vuelta en balsas de juncos, de aquí sacaron el modelo para hacer la balsa Kon-Tiki.

Como conclusión, uno no se imagina como viven de esta forma, indudablemente, el ser humano es impredecible e indescifrable, y no tiene límite para adaptarse a las formas de vida más rudimentarias

Algunos se quedaron en el hotel. Con Nanni y Rodolfo, comimos al lado del hotel: ceviche de pejerrey, rollitos de alpaca y lomo de llama con salsa de higos, y sopa de brócoli, muy pero muy bueno, cocina gourmet. Luego a dormir.

 

2 de octubre

Salimos a las 8 AM con temperatura muy buena, veíamos algunas montañas con nieves, el camino sigue al FF.CC. y vemos muchos vacas y ovejas pastando.

Comenzamos a pasar a lo largo de unos 12 á 14 km por muchos pueblos, todos con casas de adobe, sin revoque y con techo de chapa. Las casas no tienen acceso desde la ruta no hay calles interiores para vehículos, solo se puede llegar a pie. A los 220 km nos encontramos con la máxima altura, 4448 MSNM, en ese lugar había nativos vendiendo artesanías.

La zona de los pueblos, es un gran valle y la tierra esta toda labrada, siembran maíz, habas, ajo y alfalfa principalmente. A las 13 PM paramos en Siquiani a 120 km de Cusco, un pueblo grande, tomamos una sopa de verdura espectacular.

A las 3 PM llegamos a Cusco sin novedad. La ciudad se remonta al siglo XI ó XII y la funda el inca Manco Cápac en cumplimiento de un mandato del Dios Sol. En la actualidad es la capital primitiva de America y esta plagada de monumentos.  precolombinos, como el Corí Kancha (templo del sol), el Ajlla Wasi, el Amaro Cancha (cerco de serpiente), el Kiswar Kancha entre otros. Esta rodeada de restos arqueológicos incas, como: Machu Pichu, la fortaleza de Saqsaywaman y el complejo de Ollantaytambo.

Al rato de llegar, empezó a llover, encontramos hotel rápido y no nos mojamos. Entre que acomodamos las motos, nos bañamos y cenamos, se hizo la hora de irse a dormir.

 

3 de octubre

Nos levantamos a las 6 AM, a las 7 AM nos pasaba a buscar el bus que nos llevaría a la estación de trenes, único medio de transporte para llegar al Machu-Pichu, ya que no hay caminos.

Es redundante decir la sensación que uno siente, al divisar el complejo Inca, enclavado en el Machu-Pichu y a muy pocos metros del Huayna-Pichu, da la impresión de irradiar energía, diría como si tuviera un cierto áurea que a uno lo irrumpe. Ni hablar de la visión del perfil de la  cara de un Inca que se divisa al observar el paisaje en general.

Después de recorrer todas las ruinas, con el detallado relato del guía, iniciamos el regreso, con mucha aflicción, ya que va a ser difícil borrar de la mente semejante belleza. Descendimos en los ómnibus a Aguas Calientes. A las 18.45 PM iniciamos en tren el regreso hacia Ollantaytambo donde tomaríamos el ómnibus que nos llevaría a Cusco. En el tren nos dieron espectáculos de bailes y desfile de modelos, lo pasamos muy divertido. Llegamos a las 10.30 PM cansados.

 

4 de Octubre

Este día seria de descanso y relajamiento, nos levantamos sin apuro, recorrimos Cusco ciudad, antigua, legendaria, histórica y dotada de una belleza incomparable. Salimos de compras. En la plaza había un desfile de colegios, instituciones públicas, organizaciones de trabajadores y ONG. Todos portando pancartas. Intercaladas varias bandas de música. El gran palco con las autoridades estaba ubicado en la calle perpendicular a la catedral. Todo era colorido y fiesta. Los vendedores ambulantes por miles, es imposible sacárselos de encima, te quieran vender o vender.

Recorrimos el barrio de San Blas, con sus calles empedradas, angostas y balcones con flores, semejando los barrios antiguos españoles, donde se encuentra la casa de Jerónimo Luis de Cabrera, hoy museo de arte precolombino.   

Fuimos a comer frente a la plaza, chupe de quínoa, brochette de alpaca, bife de alpaca con puré del chef (de papa, espinaca, zanahoria), ensalada de palta y trucha a la plancha con huevo y arroz. La comida peruana es muy buena.

 

5 de octubre

Esa mañana nos levantamos temprano, iniciaríamos el regreso a Córdoba. El grupo decidió visitar el promocionado Cañón del Colca, se encuentra a 170 km y hay que salirse de la ruta unos 90 km. Al tomar el desvío que va al cañón, nos encontramos con unos 30 km de un pavimento totalmente destruido, imposible se transitar. A Rodolfo se le pincho la cubierta trasera. La trataron de arreglar imposible, yo decidí seguir hasta el pueblo a buscar auxilio. Ya era noche cerrada. Ileana me dijo que, a Chivay había 30 km de tierra, más 20km de pavimento muy bueno.

Es una ruta totalmente desierta, así que después de hacer 25 km y no encontrar el pueblo, pensé que me había pasado, me alarmé. Iba con mucho cuidado y muy despacio, eran curvas y contra curvas con mucha arena en la ruta, la verdad tenía desasosiego, tenia poca nafta. Por suerte, se detuvo un auto y me dijo que el pueblo estaba mucho mas lejos, cuando seguí al tomar una curva muy cerrada y con mucha arena, la moto se me fue, caí a una especie de hondonada.

La desazón que me embargo fue enorme, enseguida me tranquilice, yo no me había hecho nada. Mi suerte siempre me acompaña, a los 5 minutos apareció una camioneta con 4 personas. Me levantaron la moto, enseguida arranco.

Mientras estaba viendo los daños de la moto: se rompió el guiño izquierdo y se hundió un poquito el tanque donde va la insignia, llego Pipi y Marisol. Continuamos a Chivay (3900 MSNM), mucho más tranquilo.  

Encontramos hotel frente a la plaza, al rato llegaron, Sergio con Nanni y Daniel con Ileana, me informaron que le habían sacado la cubierta y la traían Ricardo y Sofía. Pipi busco al gomero por todo el pueblo, arreglaron la cubierta y se la llevaron a Rodolfo. Cenamos en el hotel, un baño y a dormir. La excursión al cañón la decidimos hacer en ómnibus.

 

6 de octubre

A las 7 AM estábamos en el ómnibus camino al Cañón del Colca, el más profundo del mundo con 4160 mts, tiene 120 km de largo, a su vera en todo ese trayecto hay varios pueblos que viven de la agricultura, sus pobladores mantienen intactas los sistemas de andenerías, siembran en pequeñas terrazas, maíz, habas y alfalfa.

Cuando habíamos recorrido unos 40 km, paramos en el mirador Cruz del Cóndor (3287 MSNM), desde donde se admira el majestuoso vuelo de los más de 50 cóndores que lo habitan, planeando, entre los picos Bombo-Ya, 5200 MSNM y el Walloa-Walloa de 6025 MSNM. La gente se queda extasiada al ver esta verdadera danza de los cóndores.

A las 11.30 AM estábamos de regreso en el hotel, cargamos las motos y reiniciamos la marcha. El camino tenia mucha arena, apenas salimos en una curva se me fue la moto y al suelo, la moto nada, a levantarla y seguir viaje. Estas máquinas son indestructibles. Yo ni un rasguño.

No habían pasado 30 minutos, en otra curva, de nuevo se me fue la moto, pase por arriba del parabrisas, según Rodolfo, haciendo una palomita, pegue con la burbuja del casco sobre el pavimento, se rallo toda.

Yo no me hice nada, párese cosa de mandinga, de la moto solamente desapareció el guiño derecho y se rayo el parabrisas. Roberto me empezó a llamar el hombre de goma.

Empecé a tener un poco de aprehensión con esto de tantas caídas, pero la verdad que en estos momentos hay que poner el pecho y seguir adelante. A pesar de todos los accidentes y caídas que tuve, la suerte me sigue acompañando, siempre lo saco barata.

Cuando entramos al camino destruido, lo encontramos al Pipi y a Marisol revolcados en la tierra, un ómnibus que venia en contra mano los encerró sobre la banquina derecha y como había tierra suelta la moto le patino y se cayeron, Marisol que iba sin guantes, se lastimo la mano, nada grave, la moto nada.

Cuando entramos a la ruta, empecé a ver las motos y el camino doble, así que empecé a cerrar un ojo para ver bien y continuar a la velocidad del grupo. Esa situación me preocupo bastante por que faltaba mucho por recorrer, para llegar a Córdoba. Llegamos a Moquegua si se puede decir, sin novedad.

 

7 de octubre

Salimos hacia Iquique tarde, la ruta unas rectas interminables, con leves subidas que terminaban en el horizonte, muchas misas-chico en los costados del camino y siempre una aridez intrigante. Enseguida de salir, empecé a ver doble, las líneas de la ruta se multiplicaban y veía varias motos a la vez.

Lo solucionaba cerrando un ojo, veía muy bien así pero me cansaba. Si les decía al grupo, seguramente no me iban a dejar seguir, eso para mi seria una derrota muy grande que no la puedo aceptar.

Llegamos a Tacna, todos se fueron de compras, yo aproveche, me tome un taxi y me fui a ver un oculista, cuando llegue y le expliqué a la secretaria mi problema y la urgencia que tenía, la gente que estaba en la sala de espera, les dijeron que me cedían el turno, les agradecí efusivamente, en cinco minutos estaba con el doctor.

Me revisó exhaustivamente, dijo que estaba perfecto y me receto, lágrimas artificiales y unas gotas antiinflamatorias.

Las derrotas y los abandonos, quedan; los cansancios, las incomodidades, los dolores y los riesgos, pasan.

Arribamos a Iquique. Encontramos hotel, nos recomendaron un restaurant cerca, fue una reunión muy amena, empezamos a contar cuentos cordobeses y todo el personal se reunió alrededor de nuestra mesa y participaron de los chistes riéndose a montones, la comida como siempre de alta cocina. Luego a dormir.

 

8 de Octubre

El recorrido hacia Antofagasta lo hace el camino a la orilla del Pacífico, el paisaje sigue siendo muy árido, ni siquiera una pequeña mata, se ve solo tierra, arena y algunas rocas, todo es muy desolador. Contrasta con la hermosura de la costa, me hace acordar en algunas partes, a la costa brava española, con sus pequeñas islas (morros) a la orilla de la costa, que por momentos cae a pique sobre el mar.

Cuando salimos veía perfectamente, mi moto cuando la quise pasar de 60km/h empezó a fallar, rateaba mucho, habíamos recorrido unos 120 km cuando se me acabo la nafta, puse reserva. En ese momento Rodolfo y Daniel se adelantaron, en unos 15 km se me termino la reserve, me pare tranquilo en la banquina a esperar. Había señal de celular, mande mensajes a Ricardo, que venia atrás nuestro y a Daniel. Trate de llamar a mi hijo Claudio, no me contesto.

Habían transcurridos unos 50 minutos y se me ocurrió destapar el filtro de aceite, en ese momento cuando estaba sacando las herramientas, llegó Daniel. Tomó la llave allén y cuando saco el filtro se lleno de aceite el y la moto, había como un litro de aceite en el filtro. Limpiamos todo, armamos sin poner el filtro, sacamos nafta de la moto del Daniel, cuando la pusimos en marcha la moto andaba a las mil maravillas y empezó a gastar el combustible normalmente.

Llegamos a Tocopilla, limpiamos con nafta el filtro, comimos algo y seguimos viaje. Aquí el camino se aleja del mar, empezamos a ver solo aridez. La ruta es una cinta interminable con leves curvas y contra curvas y ondulada, es una dulzura manejar la moto en esta cinta de plata que en alguna de las ondulaciones se pierde en el infinito y parece que termina en el horizonte.   

A las 7.30 PM estábamos en Antofagasta, después de recorrer 396km. Daniel le dio las coordenadas del GPS a Ricardo. Salieron mas tarde de Iquique por que tenían que cambiar la cubierta delantera de Ricardo, en 40 minutos estaban en los departamentos que habíamos alquilado. Hay nos enteramos que en Tocopilla a Marisol le habían robado de la mochila, todos los documentos de ellos y de la moto, yo me preocupe mucho por esta situación. Fuimos a cenar y a dormir.


9 de Octubre

Salimos de Antofagasta a las 11.30 AM, el paisaje sigue súper árido, es todo color marrón, la ruta vuelve a ir al lado del Pacífico. Se pueden distinguir todas las tonalidades de cremas y marrones que a la imaginación se le ocurra, con tonalidades de violeta, verde, azules y amarillos. El camino sigue en general recto, con algunas ondulaciones, en algunas de estas da la sensación que es un rampa de lanzamiento y que la moto va a salir despedida al espacio para entrar en orbita.

La ruta 5 se separa del mar, aquí empieza a verse un poco mas de vegetación que va aumentando hasta llegar a Copiapó. En este trayecto se pueden observar las formaciones geológicas más diversas: grandes piedras negras, arenas de distintas configuración, rocas de formas fantasmagóricas.

Recorrimos 570 km, llegamos a las 19 PM y Copiapó nos recibió con un tiempo muy frío, cielo con unos cúmulos nimbos dibujados. Eran como grandes copos de algodón, distribuidos simétricamente a tres bolillos, y en el fondo un cielo azul claro y cristalino, parecían bordados a mano. En la entrada vimos el Hostal Las Pircas, entramos y nos quedamos. Después de bañarnos fuimos a cenar y a la cama.


10 de octubre

Decidimos salir temprano, pedimos el desayuno para las 7 AM y a las 8 AM estábamos saliendo para cruzar la cordillera, nadie imaginaba lo que nos esperaba.

El amigo de Rodolfo que le dijo que el paso de San Francisco era muy bueno, es un irresponsable; no tenia idea de los sufrimientos que el grupo pasaría. Fue un viaje en tren fantasma, solamente falto que nos apareciera la calavera y nos pegara un susto mayúsculo.

La primera parte del camino transcurre sobre una quebrada con montañas muy bellas, la ruta es muy buena, los chilenos le llaman ensalado, le hacen un tratamiento con sal. Parece un pavimento muy arrugado que se puede ir a buena velocidad. Así llegamos a la aduana chilena, el tema de la nafta me tenia muy preocupado.

El personal del destacamento muy bueno y nos trato amablemente. No bien salimos de la aduana empezó el infierno y el sufrimiento. El viento era fuertísimo, nos inclinaba la moto, la ruta estaba toda cubierta de ripio, en parte entre 10 y 15 cm. Transitarla se hizo muy difícil, las 6 motos pasamos momentos de máximo peligro. En mi caso, iba por el centro de la ruta y el viento me empezó a tirar hacia la derecha, casi me voy hacia la banquina que terminaba en una zanja con ripio, la pude dominar acelerando y haciendo un esfuerzo extraordinario.

Al Pipi se le enterró la moto, en un guadal de piedra, algo inusitado. La sacaron empujando todos. Sergio pasó momentos de angustia, nadie entiende como no se cayó. Rodolfo pincho de nuevo, lo solucionaron transitoriamente, con tire-pando y las garrafas de aire comprimido. El camino cuando tocábamos el ripio parecía un flan. Unos kilómetros ante de llagar a la aduana Argentina, nos quedamos extasiados ante una inmensa laguna, de un celeste claro, no trasparente.

Nos detuvimos, sacamos fotos y continuamos nuestro fantasmal viaje.

La llegada al destacamento argentino fue volver a vivir, nos hizo regresar el alma al cuerpo. Nos trataron de maravillas, me dieron oxigeno y té, a los demás del grupo: café, té, masitas, en una sala con estufa a leña. El calor de amistad que nos brindaron y el comentario de que el camino que nos falta era muy bueno, nos tranquilizo muchísimo.

Al lado, hay un destacamento de Vialidad Nacional que nos vendió nafta, eso me serenó totalmente.

De aquí en adelante pudimos apreciar la lindeza del paisaje. Una verdadera sinfonía de tonalidad de colores, con contrastes insólitos, dos montañas rojas, una al medio de un color verde musgo, impactante. Aquí se pueden apreciar todos los colores existentes y las formas mas diversas que uno se puede figurar.

Apenas salimos del destacamento, faltando unos 150 km, a Rodolfo se le desinfló totalmente la cubierta, no tenia mas arreglo. Nanni se paso a la moto de Sergio y Rodolfo empezó a recorrer el camino, con la cubierta desinflada.

Unos 50 km. antes de llegar, una tormenta de viento y arena no nos dejaba ver más de 10 mts, un horror, los ojos se nos llenaron de arena, duro unos 20minutos.

A las 6 PM llegamos a Fiambalá, Rodolfo lo hizo acompañado por Daniel 1 ½ hora después. La cubierta estaba totalmente destruida. Hablo con el Bebí para que le mande una cubierta por ómnibus, hay no mas fue a la terminal y no la quisieron traer. Hasta ese momento no había ninguna solución. Pensábamos dormir en Tinogasta, pero había un corte piquetero en la ruta, nos quedamos aquí.

Había un evento de cuadriciclos, era muy difícil conseguir alojamiento, conseguimos alquilar una casa por una noche, la verdad muy cómoda y muy limpia. Nos acomodamos Daniel, Ileana, Rodolfo, Nanni, Sergio y Yo. Ricardo, Sofía, Roberto y Marisol consiguieron piezas en otra parte. Nos fuimos a cenar, el pueblo era una romería de gente, nos encontramos con un montón de amigos. Luego a dormir.

Mientras cenábamos, Daniel, Ileana, Sergio y yo, decidimos salir a las 7.30 AM. Rodolfo tenía que esperar solucionar el tema de la cubierta, Ricardo, Sofía, Roberto y Marisol saldrían mas tarde.   


11 de Octubre

Salimos a las 8 AM, las 3 motos con destino a Córdoba. El piquete de Fiambalá, nos dejo pasar sin ningún problema. En Tinogasta había otro piquete, que no solamente nos dejo pasar, sino que limpiaron toda la banquina para que no hubiera espinas. El viaje lo hicimos por Catamarca, un paisaje precioso, el camino muy sinuoso, con curvas y contra curvas, manejando la moto uno lo disfruta muchísimo, aparte de creerse Valentino Rossi.

Cuando íbamos llegando a San Martín, gracias al viento de cola y a la bajada, no me quede sin nafta.

Llegamos con el olor a nafta del tanque. En Quilino decidieron quedarse a comer Cabrito, era la 1.30 PM.

Yo me había comprometido con Claudio en llegar a las 15 PM, a comer asado en su casa, estaba toda mi familia. Decidí seguir viaje. Después de cariñosas despedidas y de pensar en los momentos vividos, daba lastima dejar el grupo. Tome los últimos 150 km con unos deseos inmensos de estar con los míos. La verdad fui muy rápido, la hora lo hacia posible, además, conozco bien ese camino.

A las 15.15 estaba entrando en la casa de Claudio. El cuenta kilómetros de mi moto marco 7146km. El reencuentro con los míos estuvo cargado de emociones, por los intensos y difíciles momentos vividos durante el viaje, que lindo es estar en casa. Es muy bueno salir de viaje, pero que bueno es retornar.

Hable con Rodolfo me dijo que estaba armando una cubierta 17 de motocross y que iba a tratar de llegar a Villa Dolores, el resto del grupo llegó mas tarde, todos sin novedad. Me comunique con Rodolfo a las 20 PM, estaba en Villa de Soto tomando un café y le faltaban 140 km, al otro día el Bebí me dijo que llegó bien.

Una última reflexión: este grupo merece un homenaje a su homogeneidad, a su unidad y a la calidad amical de sus participantes. Reitero no hubo en todo momento, ni una discusión, ni un reproche, ni un gesto entre los pasajeros de las distintas motos. Con este grupo se puede ir al fin del mundo. Un viaje, cargado de riesgos, con mucha suerte y muy fuerte en emociones. Será muy difícil de olvidar semejante aventura.

 

 

 

2 comentarios

Eduardo -

Excelente y util relato para los motoviajeros, saludos

silvana -

viaje a traves de tu relato......gracias por tu generosidad....simplemente hermosa experiencia....es mi sueño hacer ese recorrido en algun momento de mi vida
"...y es la naturaleza humana hacer que los sueños se conviertan en realidad..."