Porto de Galinhas
Interesa relatar como unos años atrás Porto de Galinhas -a solo 60 km de Recife- era un pequeño y desconocido pueblo de pescadores, que comenzó a difundirse a fines de la década de los ´80. Turistas cariocas y paulistas encontraron algo especial en este pequeño pueblo y entró en un catálogo no escrito en el que los especialistas amantes de las playas, mismos brasileros, hacen llamar “lugarcinhos”. Son estos lugares que de boca en boca se van transmitiendo a cada vez más y más gente, quienes quieren llegar a estos paraísos y ser privilegiados conocedores de playas únicas. Así, durante la década del ´90 comenzó a aparecer en las secciones de turismo de los principales medios especializados. En 2008, transcurridos veinte años desde que aquellos primeros turistas llegaron, Porto de Galinhas es uno de los destinos turísticos más importantes de Brasil, y el pueblo continúa siendo pequeño. Muchos de los locales aún se ganan la vida de los frutos del mar, de los cocoteros que abundan en las grandes plantaciones de palmeras y de los comercios artesanales.
Algunos paseos y actividades que muy recomendables, casi imperdibles, son: paseos en Jangada a las piscinas naturales, el buceo o snorkeling, también visitar algunas de las playas vecinas y comer las delicias típicas de la región.
El pueblo es rústico y ha mantenido sus características pesqueras y de arquitectura, pero hoy cuenta con bares muy atractivos, restaurantes de primera línea y clubes nocturnos llenos de vida y para todas las edades (desde 18 años hasta los 100). Se llenan durante la temporada alta, con selectos turistas de todo el mundo y residentes de las playas cercanas, también de Recife, quienes atraídos por la vida nocturna del pueblo se llegan a Porto Galinhas para hacer más pintorescas las increíbles y estrelladas noches que regala este paraíso salido de una película de fantasía.
La playa
Son siete playas continuas desde la playa de Camboa, pasando por las playas de Muro Alto, Cupe, Porto de Galinhas hasta llegar o Maracaípe y Pontal de Maracaípe. Tiene casi 20 km de largo, la arena es blanca casi polvo y la temperatura del agua de 26°C. Paralelo a la costa, en algunos tramos, se alinea una cadena de corales permitiendo mientras la marea es más baja, disfrutar de piscinas naturales donde uno puede hacer snorkeling sin ser un experto y literalmente tocar con las manos bellos peces de colores que pueden alimentarse, realmente toda una experiencia. También pueden verse las piscinas naturales desde un ultraliviano. Los vuelos son muy seguros y baratos. El alquiler de buggis es una buena y divertida opción para toda la familia y para los más osados practicar surf o body board.
En definitiva, la playa de Porto de Galinhas es la mejor opción para los amantes del mar. Fue seleccionada, en los últimos siete años consecutivos, como la mejor playa del Brasil por la encuesta de la Revista Viagem e Turismo. Es por demás una de las regiones más bellas del litoral brasilero. Con sus palmeras rozando el océano, sus bellas jangadas, las piscinas naturales y los peces de colores se ha ganado el mote de caribe brasilero.
Para beneplácito de los viajeros de última hora, este verano existen vuelos charter con salidas desde Pajas Blancas a Porto Seguro, Salvador Bahía, Recife y Natal, charteados por operadores turísticos que reservan una determinados cantidad de lugares. Normalmente los viajeros que llegan a esos destinos en paquetes turísticos son buscados en el aeropuerto de Salvador Bahía y llevados directo a sus destinos en Salvador mismo, Praia do Forte, Costa do Sauipe o Morro de Sao Paulo; o bien llegan al aeropuerto de Recife y son conducidos a Porto de Galinhas, Maragogí. Sucede lo mismo si se vuela a Natal, para llegar luego con traslado terrestre a Pipa, un lugar de ensueño.
INFOGRAMA BRASIL
Idioma: portugués
Moneda: 2.28 R$ (real) = 1 USD
Documentación necesaria: DNI o Cédula Federal
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Belen -
Pablo -
Pablo - Hoteles en Porto Galinhas