Viaje a las culturas milenarias
Por Pablo Sigismondi
¿Por qué un viaje a las culturas milenarias?
Definiría este viaje como un viaje al pasado y hacia el futuro al mismo tiempo, ya que recorreremos maravillas de la arquitectura humana como la Muralla China, de más de 6000 km de longitud, creada originariamente para detener a la caballería mongol. O también la Ciudad de Xian, que alberga más de 7000 estatuas tamaño real de soldados o la Ciudad Prohibida de Beijing…
Y, por otro lado, también hacia el futuro ya que a través de este viaje se podrá apreciar el enorme avance tecnológico y científico de grandes capitales del mundo, como Tokio y Pekín. Avances en edificación, comunicación, etc. que permiten a los visitantes, de alguna manera, el poder ver hacia el futuro. Incluiría también en este viaje hacia el futuro a Mongolia, ya que se trata de una sociedad en pleno traspaso del nomadismo típico de la Edad Media hacia la nueva sociedad mundializada de nuestro tiempo.
Pero este viaje hacia el pasado y hacia el futuro también lo podremos experimentar en nuestra propia piel: tendremos la magnífica posibilidad de vivir la gran aventura de retornar al nomadismo que nos caracterizó a los seres humanos hace miles de años atrás. En efecto en Mongolia podremos vivir como vivían (y continúa algunos haciéndolo en la actualidad).
Si tuviera que destacar uno de estos lugares, sería…
Si tuviera que destacar un lugar sería la estepa de Mongolia, por los espacios abiertos que presenta, por esa añoranza de libertad, de cielos azules, de animales en el campo, de vida nómade. Pero también destacaría Beijing, una ciudad hermosísima, ideal para andar en bicicleta gracias a sus espacios planos, amplios y preparados para este medio de transporte. Y Tokio, en el sentido de una ciudad ultramoderna, prácticamente nueva. Aunque si me tuviera que quedar sólo con un destino, sería con la estepa mongol, que además resulta casi desconocida para la mayoría de la gente.
Recomendaría…
Recomendaría mucho espíritu de aventura, tratar de leer alguna literatura de estos destinos, alguna novela ambientada en China o Mongolia o Japón. Recomendaría también no preocuparse por lo que uno va a llevar para el viaje, ya que llegaremos a China y allí se produce todo lo que consumimos en el mundo. Si no llevamos abrigo lo conseguimos en China, si no llevamos cámara allí la conseguiremos, y así... No me preocuparía qué llevar, salvo elementos personales muy específicos y personales como una medicina que se pueda necesitar. Viajar libre o ligero de equipaje nos va a permitir además comprar muchas cosas en el mercado chino, y nos va a permitir volver con recuerdos de allí, sin necesidad de salir como equecos desde Córdoba.
En qué te podría cambiar la realización de este viaje
Nos podría cambiar la mirada de la sociedad argentina. Ver que pese a las diferencias y desigualdades que se pueden apreciar y se viven en la sociedad de China, hay una pueblo muy dinámico, que progresa a ritmos agigantados; hay una sociedad que se está transformando (especialmente China) en el epicentro del mundo, que está trasladando el centro geopolítico del mundo, que había estado en el siglo XX en Europa y luego en EEUU a partir de la Segunda Guerra. Ese centro se está desplazando hacia el Lejano Oriente otra vez, como dando una vuelta manzana alrededor del planeta. Podría, porqué no, ayudar a entender al viajero en qué invertir o cómo negociar con China. También nos permitiría entender, para el caso de Mongolia, que alguna vez, hace milenios, vivimos como nómades y que aún hoy, sigue habiendo gente en el mundo gente que lo sigue haciendo de esa manera, por elección. Gente que vive gracias a sus ganados, especialmente camellos y caballos.
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